@emibuch: una comedia del presente

Una tarde (demasiado) veraniega de marzo, me encontré a conversar con @emibuch. Considero que está bien nombrarla a partir de su usuario de Instagram, ya que esta es la denominación por la que la conocen sus casi cuarenta mil seguidorxs. Ella es creadora de memes y estos son el principal contenido de su cuenta, que prácticamente no exhibe fotos personales.
@emibuch llegó al café en el que yo la esperaba respondiendo mensajes a compañerxs de su trabajo, que tiene que ver con el mundo de la publicidad. Hablamos un poco sobre Hugo, el perrito que acaba de adoptar. Creo también que es pertinente compartir estos datos porque, aunque en su perfil no hay publicaciones personales, su página tiene un sello autoral individual. A diferencia de otros sitios que comparten contenido similar, @emibuch es conocida como una persona singular, que produce sola, sin entrar en el anonimato, imágenes humorísticas virales. Siguiendo esta línea podría aclarar, además, que  Emilia es mi prima.  

Pienso por dónde empezar una charla con ella. Hay muchos aspectos de su obra digital que querría resaltar. En mi opinión, Emi es particularmente exitosa porque es original. Muchas veces, lo que hace que sus memes funcionen es su elección de imágenes inesperadas. A sus seguidorxs les encantan los memes con referencias a cuentos infantiles retro, con personajes como Babar, el elefante; Franklin, la tortuga o Arturo; y también causan furor en su página algunas imágenes de Barbie que no están en circulación. Los memes “típicos” que proliferan en internet se reconocen por usar imágenes ya conocidas —son recursivos. Emi, sin embargo, tiene un gesto distinto: quiere innovar con imágenes olvidadas, que no encontramos en la inmediatez de la navegación por la web, que están en un archivo y que representan afectos muy particulares en el imaginario de lxs jóvenes adultxs que la siguen.

AB/Revista Encuadra: ¿Cómo llegás a esas referencias tan lejanas y tan familiares para tus seguidorxs, a esos íconos de la infancia, que nada tienen que ver con los consumos contemporáneos y digitales? ¿Qué te gusta de hacer memes con esas figuras? ¿Por qué sentís que funcionan?

EB: Eso empezó con Franklin. Yo no inventé el hacer memes con ese personaje en particular. Yo había visto en una página estadounidense memes que tomaban imágenes de ese libro y le ponían frases cómicas, pero en un sentido mucho más border, más oscuro. Y cuando acá empezó el Covid y la primera tanda de vacunación, empecé a usar imágenes de Franklin y probé combinarlas con algunas frases relacionadas con cosas puntuales que estaban pasando acá. Nunca pensé que a la gente le iba a encantar esa imagen, pero sí, fue porque conoce a Franklin y le remite a algo de la infancia. A partir de ahí me di cuenta de que me era fácil hacer memes mirando esas imágenes y vincularlas con ideas de nuestro mundo. Cuando Franklin se agotó, una chica me mostró unos templates con imágenes de Barbie de los ochenta y me dijo “che, tenés que hacer memes con esto”. Y esas imágenes eran tan buenas que me pareció una idea espectacular.

El escritor español Jorge Carrión señaló sobre la estética de los memes que esta “incluye todo aquello que proscriben en principio las bellas artes: la fealdad, el reciclaje icónico, la falta de ortografía, el píxel”. Creo que, mientras que esa idea definitivamente es constitutiva de algunas de las imágenes que Emi elige, la elección de figuras como Barbie, Babar o Franklin genera un desvío de esa estética común. Son retratos elaborados, producidos en otras épocas por ilustradores infantiles que trabajaban con cuidado las formas de las siluetas, el color, la caligrafía, etc. Como seguidora de @emibuch, creo que la utilización de estas imágenes captura de inmediato mi atención justamente por la elección de una imagen que no solamente no es común en las páginas de humor de Instagram, sino que además es atractiva en su carácter artístico. Los memes de Barbie me acercan un dibujo de otro tiempo, que acompaña al chiste por su riqueza estética –totalmente vintage– y no por su “fealdad”.

AB/Revista Encuadra: O sea, a nivel visual hubo algo de esas imágenes que a vos te resultó especial.

EB: Sí, sí. Y, además, con esas imágenes si yo quería representar una situación muy puntual se podía. Creo que lo artístico en crear un meme es encontrar la imagen justa para ese concepto o frase que vos pensaste y que querés decir, encontrar esa imagen que otro no encontró y descubrir un sentido, una línea que une una idea que vos pensaste con una imagen random. Que a veces puede funcionar muy bien y a veces menos.

AB/Revista Encuadra: Hacer memes un poco es como ser un detective de imágenes.

EB: Sí, vos ya tenés en la mente o vistas ciertas imágenes y tenés que pensar por qué lo que vos querés decir “va bien” si lo acompaña una de esas imágenes. Hay algunos formatos de memes que tienen otros procesos, por ejemplo, los memes de “starter pack”, para los que vos en realidad vas construyendo la foto con diferentes elementos. No sé, si quiero hacer un “freelance starter pack” pienso qué objetos definen ese perfil, como “alguien que está viendo Netflix a las once de la mañana”. Entonces buscás cuál es la más graciosa de las imágenes que representan esa idea.

En esa idea del freelancer que está viendo Netflix a las once de la mañana se expone una clave del humor de creadora de memes. El meme siempre funcionó como una suerte de objeto de estudio sociológico: este visibiliza conductas repetitivas, costumbres de ciertos grupos sociales, reacciones típicas que muchxs tenemos ante un mismo elemento o fenómeno del entorno. Y Emi no solamente sabe observar esos hábitos, sino que también logra encontrar los más específicos, compartiendo una mirada del mundo muy particular. Hace poco, un amigo me dijo que su meme preferido de @emibuch es uno que reza “Cuando te resbalás con un charco de cilantro en la bicisenda de Enrique Martínez”. Más allá de la imagen elegida para acompañar esa frase, la idea en sí misma muestra que el humor nace en la especificidad del mensaje: esa bicisenda recorre Colegiales y en ese barrio hay un despliegue gastronómico muy potente y el cilantro es un ingrediente frecuentemente presente en las propuestas que allí se encuentran. Emi sabe concentrar todos esos conceptos en uno, rescatando objetos puntualísimos –al punto de ser inesperados. Y, por supuesto, agregando un componente poético e hiperbólico, encontrando el lenguaje justo para que eso se lea en clave de humor (no es lo mismo un cilantro que un charco de cilantro). 

AB/Revista Encuadra: Pero eso de “el que está mirando Netflix a las once de la mañana” es de por sí una idea cómica que se te ocurrió a vos.

EB: Sí, tal vez esa es una idea ocurrente más allá de la imagen… También la diferencia está ahí, en buscar y pensar: de todo lo que podría representar esta persona ¿qué es lo más gracioso? ¿Cómo lo puede ver otro de una manera graciosa?

Algo particular en la obra de Emi es que ella hace muchos memes en serie. Hay publicaciones en su Instagram de seguidillas de imágenes que siguen la misma temática (el mundial, el corte de luz, el calor, el café de especialidad, el nuevo tema de Shakira, cualquier discusión del momento de Twitter).  Y, de nuevo, ahí hay algo fuerte vinculado con lo afectivo para sus seguidorxs. Porque la serie subraya cuál es el tema del momento y evidencia que es algo colectivo.  Pero, además, el trabajo con el formato en serie es especial porque permite pensar todos los aspectos de una conversación colectiva, jugar exageradamente con un tema, insistir sobre aquello que nos (pre)ocupa a todxs a la vez.

AB/Revista Encuadra: ¿Cómo surge esta idea de trabajar con series de memes con una misma temática? ¿Cuál es para vos la potencia de esa dinámica?

EB: Esos memes forman como una cápsula. Sí, son monotemáticos y representan siempre un momento en particular, alguna semana en la que en Argentina pasó algo fuera de lo normal (lo cual es común). Creo que la clave ahí es que estás mostrando algo sobre lo que la gente está hablando o, inclusive, algo que todxs están pensando, pero tal vez nadie lo está diciendo, y menos en un formato de meme. A mí misma me pasa que cuando sucede algo particular y no sé cómo hablar al respecto, mi manera de expresarme es haciendo un meme y quizás a la gente también le sirve. Por ahí no comentaste con nadie que hace cuarenta grados, te estás muriendo de calor y se cortó la luz en la mitad del país, pero a la vez es marzo, o sea, algo de lo que está pasando no tiene sentido. El meme es la única manera en que me sale de hablar de eso. Y compartirlo es conversarlo. 

Emilia trabaja con experiencias colectivas, pero también explota sus propias obsesiones personales en su página. De algún modo, @emibuch se expone como un personaje, como una figura en cierto grado ficcional, que tiene preferencias temáticas, pequeños objetos de interés, gustos y rechazos visibles para sus seguidorxs. No es solamente una mediadora; tiene una voz y una identidad marcadas, que se utilizan en su perfil en clave cómica.

AB/Revista Encuadra: Creo que en los memes que son bien característicos de tu persona, los de homenaje al queso y dulce, por ejemplo, hay algo de tu individualidad que resulta atractivo, ¿por qué creés que pasa eso?

EB: Es que yo solo puedo hacer memes sobre cosas que me atraviesan, a veces por eso terminan siendo muy personales. Para mí hubo en Buenos Aires un momento de comeback de ciertos platos medio de bogedón, de comida casera; yo me había olvidado un poco de algo que me gustaba cuando era chica, que era el queso y dulce, y le encontré de nuevo el gusto. Yo doy por hecho que a todo el mundo le gusta, pero más allá de eso, es algo que me encanta a mí y no importa si los demás no se identifican específicamente con eso. Creo que se genera algo gracioso en el hecho de que a uno le encante un objeto tan particular y quiera expresarlo. Tal vez es una intención de combinar algo muy popular con algo individual, con el hecho de que a mí en particular me gusta mucho. 

Emi siempre fue una persona especialmente graciosa. Como estudió cine mucho tiempo, quiero preguntarle por sus referencias generales en el arte y saber si hay algo de eso que se relacione con su página de memes.

AB/Revista Encuadra: Siempre tuviste un humor particular, que yo definiría como “absurdo”. Pienso en, por ejemplo, cineastas que conocí con vos, como Bogdanovich o Bruno Dumont, que son geniales haciendo comedia, que juegan con la parodia, con la sátira. ¿Sentís que te influenció algo de eso?

EB: La verdad es que creo que no. Ya que sos vos la que me estás haciendo preguntas, te diría que para mí lo único que se me ocurre que define mi humor es…

AB/Revista Encuadra: el abuelo Marcos.

EB: …el abuelo, sí. Tenés que poner en esto que estás escribiendo que me interrumpiste y me dijiste eso. Es que, de hecho, él en sí me recuerda a cierto humor específico del cine, a Groucho Marx, ponele, ese tipo de referencias. A mí el humor de Bruno Dumont me encanta, pero me parece que es irreplicable y creo que no a tanta gente le da gracia. En cambio, sí pienso en el humor de nuestro abuelo y pienso que eso fue algo familiar que me influenció mucho más. 

AB/Revista Encuadra: Entonces deberíamos explicar qué tipo de humor es ese. Yo no sé si puedo describir cómo es, pero sí creo que lo que hace que él sea tan gracioso es la rapidez con la que piensa con humor una respuesta a cualquier comentario, la inmediatez con la que piensa un remate cómico en cualquier tipo de diálogo. Y es interesante porque se relaciona también con lo que charlamos antes, sobre que tus memes intentan hablar lo más inmediatamente posible sobre lo que está sucediendo afuera cada día que pasa algo distinto.

EB: Sí, es cierto. A mí me pasó, por ejemplo, que durante el mundial tuve una especie de desafío conmigo misma, de pensar “a ver cuánto tardo en idear un meme sobre esto que acaba de pasar en el partido”, “a ver cuánto tardo en sacar un chiste sobre eso”… Y se hizo evidente que había una intención ahí de que el humor fuera, sobre todo, algo rápido, veloz.

En el artículo que mencioné previamente, Jorge Carrión también señala que el meme es un elemento comunicativo y que pretende generar un efecto de contagio en quienes lo hacen circular. La obra de @emibuch sin dudas contiene esta voluntad viral, pero lo especial en su página es que esta se propone viralizar muchas imágenes que están por fuera del corpus ya presente en las redes o en el mundo virtual. Emi se esfuerza por encontrar novedades, por compartir ideas con las que sus seguidorxs puedan identificarse y genera, a la vez, que estos se sorprendan por la originalidad de esa identificación. Emi observa su alrededor y nos acerca una mirada divertida del entorno. Intenta interactuar con lo que estamos pensando y nos sumerge en un juego en el que todo lo que acontece se transforma, se convierte en una potencial –e inagotable– fuente de humor. 

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