Arquitecturas del presente: entre la nostalgia y el riesgo

Por Mili Villar y Julia González Narvarte
A lo largo de la historia los grandes monumentos fueron creados por hombres que deseaban dejar constancia de sus hazañas en enormes formas de piedra o mármol. A priori no hay nada reprochable en esto, pero ¿qué clase de huella se deja sobre el mundo? ¿a quiénes vanagloria? ¿para quiénes se construye el legado?

Arquitecturas del presente: entre la nostalgia y el riesgo

Por Mili Villar y Julia González Narvarte
A lo largo de la historia los grandes monumentos fueron creados por hombres que deseaban dejar constancia de sus hazañas en enormes formas de piedra o mármol. A priori no hay nada reprochable en esto, pero ¿qué clase de huella se deja sobre el mundo? ¿a quiénes vanagloria? ¿para quiénes se construye el legado?

Con ternura hacia lo extraño

Por Melina Mendoza
Buenos Aires se me figura, después de ver El Jockey (2024), como un territorio de disputa entre realidad y fantasía. Así la configuran las vanguardias literarias, con realismo y cuento fantástico, y el rock nacional, con brillos y asperezas. Se va tejiendo un mito.

Silencio, por favor

Por Ofelia Meza
Pareciera que las palabras que nos faltan en el día a día fueron a parar al diálogo de las películas. Gran parte del cine contemporáneo se ha hecho eco del mal de época de hablar de todo todo el tiempo, como si con el exceso de palabras pudiéramos explicar cosas como el dolor y, así, borrarlo. ¿Qué pasaría si pudiéramos soñar con que el cine fuera algo distinto?

Parte del paisaje

Por Ofelia Meza
Cruzando géneros. Un recorrido por el cine de Lucrecia Martel (2024) de Fernanda Alarcón es un libro que apuesta por una escritura botánica sobre el cine donde las imágenes tienen la potencia de perturbar las jerarquías de poder. ¿Cuánto se puede ver en películas que se resisten a los determinismos del pensamiento?

Bajar no es lo peor

Por Danila Nieto
Quienes hemos descendido alguna vez sabemos habitar la decadencia. Muchas veces, el recorrido tiene la forma, la perspectiva, el calor, la humedad y el aroma de las escaleras de Requiem Club. Fundado en 1999 en el lugar donde anteriormente funcionaba Pantheon (otro templo que congregaba viejos y nuevos darks), se erigió como un antro porteño, un antro comunitario; una heterotopía donde se congela el tiempo, el espacio, los acontecimientos y las identidades.