Líneas de canciones o fragmentos de lírica que comparten la característica de ser “improvisados” y, en muchos casos, redundantes o sin contenido informativo. Pueden ser latiguillos, muletillas o simplemente interjecciones que suenan en simultáneo a la voz principal, pero también pueden ser emitidas por lx cantante, típicamente en posición final o inicial de frase.

El autotune es un software, un procesador de audio que tiene el propósito de armonizar las voces con las melodías, es básicamente un afinador. Hoy en día no hay artista comercial que no lo use. Pero más allá de garantizar que nadie se salga de la nota, el autotune desde sus comienzos se explotó estéticamente para producir distorsiones en la voz. Desde Cher a Bad Bunny, todos utilizan el autotune como recurso estético, es una herramienta que permite darle un nuevo color a la música. En el caso del trap también funcionó para incorporar elementos melódicos al rap.

Pista de audio sobre la que se construye la canción. En el caso del freestyle, suele ser lo único que acompaña la voz. Marca, fundamentalmente, el tempo y la métrica de los versos, fundidos en un ritmo que acentúa cierta regularidad, determinando los compases. Existen numerosas bases de libre acceso en YouTube, así como tutoriales para crearlos con editores de audio, pero también cabe mencionar la práctica del beatboxing como versión vocal de la generación de una base. En ella, la persona saca provecho de su aparato fonador para producir ritmos, compases y sonidos, muchas veces interviniendo sus cavidades con las manos para emular cierta sonoridad electrónica.

Literalmente, “latido”, codifica la persistencia de un pulso regular que genera un patrón. La unidad de medición del tempo más extendida es bpm, “beats per minute”, que determinará la velocidad del cambio de compases y, en consecuencia, la métrica de la versificación.

 Práctica extendida entre usuarixs de redes sociales, bebotear consiste en compartir imágenes del propio rostro y/o cuerpo de manera sugerente pero en apariencia inocente o inadvertidamente sensual.

Muchas veces objeto del verbo “tirar” (como en “Tumbando el club” de Neo Pistea), suele dar nombre a un conflicto que se caracteriza por involucrar pocos o ningún enfrentamiento directo entre las posiciones disidentes, sino que las agresiones son discursivamente veladas y/o asincrónicas. Es decir: la dinámica de diálogo entre las partes no suele darse en el mismo momento, sino que una de ellas tira beef y, eventualmente, la otra parte puede responder. En muchos casos, cuando el beef se acrecienta y se mantiene en el tiempo, los dichos provocativos se vuelven cada vez más explícitos, ya sean proferidos en entrevistas, streamings, redes sociales o incluso letras de canciones.

Este préstamo del inglés se popularizó como adjetivo para calificar actitudes o conductas que coquetean con los extremos, puntualmente, ligados temas tabúes oscuros: la muerte, el suicidio, las adicciones, entre otras.

 

Búsqueda constante de lxs productores de contenido virtual, generar engagement es lograr el interés de un público de tal manera que se sienta comprometido o involucrado con el consumo del que se trate. Esa conexión que lxs receptores sienten se traducen en las interacciones que tienen con el objeto, principalmente en redes sociales, aunque también influyen la cantidad de tiempo y la regularidad con la que se consume. Por eso, elevar el nivel de engagement puede implicar ampliar la visibilización y circulación del contenido.

Harto repetida y referida por traperxs, en letras y entrevistas, la escena puede entenderse como el panorama actual no sólo en lo que concierne al plano musical sino también, en un sentido estricto, a la escena pública. Lo que la conforma, entonces, abarca las individualidades pero también sus conexiones, interacciones y producciones.

Abreviado “feat.” o simplemente “ft.”, refiere a las colaboraciones entre artistas en piezas musicales. 

Literalmente “flujo”, “corriente”, designa más o menos precisamente el sostenimiento de la velocidad y la cadencia de la versificación. Es decir, “mantener el flow” es respetar, en el rapeo, el patrón que queda determinado por el beat.

La diferencia principal entre freestyle y trap es que, por lo general, el primero engloba composiciones con letras improvisadas sobre una base, mientras que el segundo implica un nivel más profundo de producción en estudio. Desde hace algunos años, las batallas de freestyle se popularizaron masivamente en el habla hispana, organizadas en competencias nacionales o internacionales en las que dos personas o equipos se baten a duelo.

Si bien en el habla coloquial rioplatense se puede parafreasear por “insistente” o “pesadx”, este calificativo también admite un desplazamiento hacia una acepción ligada a “border”, en tanto se alinea con el juego con el exceso. Es gede quien se muestra o actúa de una manera sombría y aborda el imaginario dark.

Las majors son las grandes compañías de la industria musical. Actualmente, se condice con Universal Music Group, Sony Music Entertainment y Warner Music Group, que entre las tres dominan aproximadamente el 70% del mercado mundial.

Hay varias teorías sobre el origen de la palabra nasty, pero todas coinciden en la fragmentación y deformación del lenguaje para significar “sucio”. Es un adjetivo que describe un sentimiento desagradable, molesto para los sentidos. Puede servir para referirse a algo asqueroso como para indignarse por la guerra. En la jerga del hip hop, se invierte su concepción negativa y se utiliza su acepción ligada a lo “obsceno” para hablar de lo erótico. 

La famosa caja de ritmos Roland TR 808. ¿Qué es una caja de ritmo? Básicamente es un instrumento musical electrónico que produce sonidos de percusión y permite componer patrones rítmicos que se reproducen cíclicamente en loop. El 808 es una caja de ritmo creada en los años ’80 y que entre otras cosas se caracteriza por el sonido de sus hi hats, o platillos (“los platillos”, dice sintéticamente el Duki en la entrevista de Caja Negra). Además de ser una bellísima máquina, la 808 se popularizó a partir de los 2000 en el hip hop y particularmente con el trap.

Consiste en tomar una “muestra” de sonido y reutilizarla para producir una canción nueva. De manera analógica, se hace mediante un sampler y, digitalmente, a través de un software que transforma lo grabado. En el ámbito del trap, estas mezclas suelen conformar la base sobre la cual se rapea y/o canta. Su utilización puede hacer visible un recorrido estético o una intertextualidad.

Suele utilizarse para nombrar una reunión de artistas en contextos relativamente informales produciendo música en conjunto. En Argentina, ganaron amplio reconocimiento las music sessions de Bizarrap, que convoca a músicxs a interpretar en su habitación, pero a nivel mundial se ha popularizado la serie de conciertos Tiny Desk, con locaciones variables y de muchísimos generos.

Término peyorativo dirigido a personas que, de acuerdo con los criterios de lx hablante, presentan corto entendimiento. Es una palabra que viene del lunfardo, y se puede parafrasear por “boludo” o “tonto”.

Es la jerga, es decir, un conjunto de expresiones cotidianas de un grupo específico. Como el tango que tiene su lunfardo, en la música urbana (y de pantallas), el slang constituye un campo semántico. Sus palabras se hilan como en un mapa de sentidos, se repiten a la millonésima en las canciones de distintxs artistas, permiten el encuentro y el desencuentro. (Más que) un código en común. Un ejemplo de slang: Por eso siempre ando flexing / I’m doing flexing, flexing (Cazzu). To flex, flexear, significa lucirse, alardear, presumir. Palabra clave. Otro término del slang: trap.

 De manera general, refiere a la distribución de contenido en línea que se da en simultáneo a su consumo. Es decir, lx consumidorx accede al producto mientras se descarga. A esta categoría responden las plataformas de consumo más populares, como Netflix y Amazon Prime. De manera más restringida, streaming se aplica a las transmisiones en vivo, en las que unx o varixs productores se filman y al mismo tiempo existe un público de espectadores que lxs miran y, en la mayoría de los casos, interactúan con ellxs por medio de un chat u otras herramientas. Una de las plataformas más extendidas en este segundo sentido es Twitch, que originalmente se pensó para compartir en vivo partidas de videojuegos con una comunidad, y rápidamente esa función fue excedida en pos de albergar más tipos de contenido.

 Es un estilo de baile que coloca al culo en el centro, aunque también incluye muslos y caderas. Puede tratarse de movimientos ascendentes y descendentes como de una vibración sostenida sobre una posición fija; puede ser individual, como en pareja y grupal. El ritmo del cuerpo busca coincidir con la percusión o los beats de las canciones. Tiene múltiples raíces (latinoamérica, América del Norte y África occidental). Proviene de la cultura LGTBIQ+ racializada y migrante. En países hispanohablantes, se lo conoce como perreo, traketeo, vacilar, ir hasta abajo.

Este término refiere a ambientes en los que se comercializan y se consumen drogas ilegales. Idealmente, se trata de casas abandonadas, vacías, ocupadas. El nombre del género musical trap deriva de allí, ya que en estos espacios se reúnen artistas emergentes y se producen canciones. 

Define una secuencia, muchas veces animada, que pretende acompañar una pieza musical. Muchos reproductores virtuales (por ejemplo, algunas versiones de antaño del Windows Media Player) generaban visualizers de manera espontánea según la canción que se reprodujera. Hoy en día, sin embargo, se presenta como una alternativa que requiere menos producción que un videoclip, en tanto es más una experiencia de representación visual de sonidos que una construcción —canónicamente— narrativa.