Permeada por una música publicitaria, en primer plano y bajo un filtro pastel, Minimalistamente propone: “mucho trabajo de autoconocimiento y autoevaluación, y continuar trabajando en nosotros mismos”, para así cambiar el mundo. De alguna manera, recuerda vagamente al crítico de arte vanguardista Boris Groys y su ya muy citado “diseño de sí”: cada uno es responsable ética, política y estéticamente de diseñarse para sí y para su propio entorno y así, presentar ante el mundo la imagen de nuestra personalidad, “purificadas de todo ornamento e influencia externa”. No sorprendió a nadie que el video mantenga desde el nombre del canal su fe hacia el minimalismo, tendencia decorativa que tuvo su auge en 1980, que consistía en reducir a lo esencial, a deshacerse de lo sobrante. Esta ideología decorativa brilló y sigue brillando con gran intensidad; basta buscar cómo luce el monasterio impoluto donde residen Kim Kardashian y Kanye West, o en qué se basa la doctrina del “tirar lo que no sirve” de la popular decoradora Marie Kondo. En estos espacios, el énfasis está en el escenario clean, que según Witold Rybczynski son escenarios inmaculados donde se eliminan cuidadosamente “todo vestigio de que son habitados por seres humanos, todos los indicios de descuido y fragilidad humana”. La estética que manejan, tanto Tajes como la youtuber, corresponden al minimalismo: espacios pintados del blanco más blanco inmaculado, pulcramente iluminados, sin límites a la vista, infinitos, inalcanzables.