En paralelo, los artistas tradujeron cada habilidad distinguida a un signo lineal, un dibujo simple, definido como una unidad. La agrupación y combinación de las unidades que conforman cada obra da como resultado el símbolo que la representa. En algún momento, estos símbolos, trasladados a las tres dimensiones, se montarán al lado de la obra correspondiente del Galisteo. Durante la inauguración en pm Leber nos señaló una lámina colgada en la entrada y nos explicó que si encontrábamos, por ejemplo, un cuadrado dentro de una pieza, significa que la obra representada tiene la habilidad del cuerpo; el círculo, en cambio, es la habilidad de la emoción; la forma que parece una escalerita, es la habilidad del autoanálisis; la que parece el perfil de una ciudad, la habilidad de la realidad…