-De nuestro hambre por seguir investigando el clown, porque en esta técnica se trabaja el aceptar, aceptar lo que viene, aceptar lo que pasa, y ahora nos toca hacerlo y jugar con este formato. Si todo puede pasarse a juego no íbamos a dejar de hacerlo ahora. Animarnos a crear una entidad clown en pandemia es meterse en líos y adoramos eso, es parte del oficio. Lo virtual cambia todo… la escucha, la mirada, el tacto, la instantaneidad, los olores, el espacio. Se genera una ruptura de la rutina actoral/hogareña. Ahora el baño, el living, los espacios cotidianos pasan a ser escénicos. Un poco dislocamos lo cotidiano también.
Una de las payasas, Carla González, nos cuenta que: Antes me tomaba un colectivo, en el viaje mi mente y cuerpo se iban preparando…Me cruzaba con mis compañerxs, organizaba los objetos, me maquillaba. Ahora el viaje es de la cama a la compu y es otra preparación que requiere mucha disciplina.