Bajar no es lo peor
Por Danila Nieto
Quienes hemos descendido alguna vez sabemos habitar la decadencia. Muchas veces, el recorrido tiene la forma, la perspectiva, el calor, la humedad y el aroma de las escaleras de Requiem Club. Fundado en 1999 en el lugar donde anteriormente funcionaba Pantheon (otro templo que congregaba viejos y nuevos darks), se erigió como un antro porteño, un antro comunitario; una heterotopía donde se congela el tiempo, el espacio, los acontecimientos y las identidades.